Llegó junio y con él vuelve la fiebre amarilla. Desde hoy todos tenemos el corazón puesto en nuestra selección, las ciudades se paralizan cuando juega la tricolor ¡y si gana! todo se vuelve fiesta y alegría. Por supuesto que como colombianos nos emocionamos y acompañamos a nuestra selección pero más allá de la emoción, nos preocupa por estos días la “conmoción” que surge después de los partidos y las imprudencias de algunos conductores que no miden la trascendencia de sus acciones y definitivamente nos dañan la celebración a todos.
Así es, cuando alguien decide celebrar brindando con unas cervezas es maravilloso, lo que no lo es, es después irse como si nada conduciendo un vehículo, cuando está científicamente confirmado que el alcohol sí afecta nuestras habilidades como conductores:
- Quita campo de visión.
- Aumenta el tiempo de reacción.
- Entorpece los movimiento.
- Da una sensación de euforia.
Evidentemente todas estas reacciones representan un alto riesgo al que no vale la pena someterse y menos por estas épocas de festejos y celebraciones futboleras.
De esta forma nuestro mensaje como siempre es una invitación, un llamado al #conductorejemplar que hay en cada uno. Manejémonos bien, evitemos mezclar el alcohol con la conducción y por supuesto salgamos en familia a apoyar a la tricolor y gritemos juntos el gol de la seguridad vial durante esta #CopaAmérica ¡Ahora sí que empiece el partido!