Usar los neumáticos demasiado gastados y aún peor agrietados representa un peligro para tu vida. Si reconoces algunos de los siguientes puntos es hora de cambiarlos:
- Desgaste regular de la llanta: se presenta sobre toda la banda de rodadura, pero es inferior al límite legal de 1.6mm.
- Desgaste irregular de la llanta: existe un desgaste por un costado, pero por el otro no, se puede deber a una mala presión o circular con cargas excesivas.
- Desgaste en el centro de la llanta: ocurre cuando se circula con una presión de inflado excesivo.
- Desgaste localizado en la llanta: puede presentarse por los frenados de emergencia o fallos en los frenos.
- La llanta tiene protuberancias o chichones en los costados.
- Los neumáticos tienen cortes.
- Sientes vibraciones en el volante mientras conduces.
¿Cómo puedo cuidar mis llantas para alargar su vida útil?
- Realiza el balanceo y alineación a tu carro o moto cada seis meses o cada 10.000 km recorridos, lo que suceda primero.
- Mantén la presión sugerida por el fabricante del vehículo (encuéntrala en el manual del conductor).
- Rótalas con regularidad para un desgaste uniforme.
- Evita frenar agresivamente o acelerar repentinamente. Tus hábitos al volante influyen mucho.
- No excedas la carga permitida.
Adicionalmente, invertir en unas buenas llantas, es una inversión a largo plazo en tu seguridad. Economizar en la hora de la compra conlleva a cambiarlas con mayor frecuencia; unos neumáticos de calidad no solo duran más, protegen tu vida y te dan una mejor experiencia de conducción.
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