Buscando información de valor para los lectores de nuestro blog tomamos la siguiente información de El Colombiano, en la cual el diario consultó con algunos asesores de ventas y gerentes comerciales cuáles son esas cinco malas decisiones o errores que suelen cometerse al comprar un carro nuevo, deslumbrados por el tamaño, la potencia o lo que aparentemente es un precio rompedor.
Ante el exceso de oferta de vehículo que vivimos en Colombia, lo mejor es asesorarse, leer, buscar y sobre todo no pensar con la cabeza caliente, no tomar decisiones emocionales que luego pueden comprometer su patrimonio.
Necesidad antes que gustos
- Todos quisiéramos un deportivo o un convertible en el garaje, pero realmente son caprichos para uso personal. Si nos podemos permitir estos gustos, pues adelante, pero lo ideal es que la compra sea más racional.
- Entonces, ojo al tamaño del motor, su consumo, las dimensiones del carro, la capacidad de acomodación que tenga, los viajes que vayamos a hacer en él y el maletero que necesitemos.
- Si vivimos solos no necesitamos una camioneta de 7 puestos o un carro de 4 puertas, y si tenemos familia numerosa, un coupé será mejor como segundo carro y aquel deportivo de ensueño, mejor cuando nuestra economía nos lo permita como un juguete para fines de semana.
¿Para qué lo vas a usar?
También es importante tener en cuenta el tipo de terreno que vayamos a transitar. Si vamos por lugares de topografía quebrada y difícil, hay que pensar en un 4×4. Si solo transitamos en ciudad y salimos poco, lo ideal es un sedan que no consuma mucho combustible o un hatchback.